El pasado 27 de mayo tuvimos la oportunidad de escuchar a Wendell Calder, que nos trajo un mensaje, claro y apasionado: “Camino al avivamiento”. El pertenece a la misma generación de evangelistas que Billy Graham y nos habló de Isaías 6 y la visión del profeta bajo tres aspectos:
1. En el año de la muerte del rey, cuando el trono estaba vacío, Isaías vio al señor.
2. Isaías se vio a sí mismo (6:5).
3. Isaías vio a su generación (6:5). Una sociedad sin esperanza.
Tras esta visión, Isaías se entregó a la voluntad de Dios (6:8) “heme aquí, envíame a mi”. En esta visión Isaías vio el rostro de dios, vio el trono y la santidad que le rodeaba. No miró a sus hermanos, no se fijó en sus defectos y debilidades para compararse con ellos, sino que la visión de la santidad del trono le condujo a rendirse absolutamente ante la presencia del soberano. Wendell nos contó su experiencia tras el 11S, fecha que ha marcado a muchos americanos en la historia, un día, solo en su casa, tras leer éste pasaje, escribió en el interior de su biblia: “Señor, estoy disponible”, úsame para lo que desees.
Es una sencilla oración que cada uno de nosotros podríamos hacer, pero que no nos atrevemos a pronunciar porque estamos demasiado ocupados con lo que los demás esperan de nosotros, con nuestros compromisos y obligaciones. Apenas nos queda tiempo para pensar si Dios nos necesita para algo. Oremos al señor para que tú y yo podamos en la soledad de nuestra habitación responder al señor como lo hizo Isaías y Wendell: “Señor estoy disponible, dime que quieres que haga” | GPS